30 años del atentado en Tarata

En 1992 Sendero Luminoso le declaraba la guerra a Lima y firmaba así su sentencia de muerte con el atentado de Tarata.

Atentado en la calle Tarata, en Miraflores, Lima. 30 años.

El 16 de julio de 1992, 25 personas perdieron la vida como consecuencia de la explosión de un vehículo lleno de explosivos. Eran ciudadanos que se encontraban en las inmediaciones, en los edificios y viviendas de la calle Tarata, cerca a la Avenida Larco y al Parque Kennedy, en el distrito limeño de Miraflores.

El crimen fue perpetrado a las 9:20 de la noche por militantes del grupo terrorista Sendero Luminoso, y dejó una huella imborrable en los residentes de la capital peruana, quienes vieron por primera vez cómo el accionar terrorista impactaba en sus vidas y en las calles que cotidianamente recorrían.

Esa noche, más de 400 kilos de anfo y dinamita fueron colocados por los cómplices de Abimael Guzmán, líder de la agrupación terrorista, en un coche bomba de marca Datsun, en una acción destinada originalmente a destruir una agencia del Banco de Crédito ubicada en esa zona, que terminó segando la vida de transeúntes y residentes del lugar.

Dicho ataque marcó el punto más alto y peligroso de la ofensiva desatada por Sendero Luminoso contra la ciudad de Lima.

El informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación recoge estadísticas de la mencionada fecha que demuestran la situación de inseguridad y zozobra desatada en el país por parte de la agrupación marxista-leninista-maoista Sendero Luminoso.

Y prueba de ello es que, horas antes de la detonación en la calle Tarata se registraron atentados en tres comisarías del distrito limeño de Villa María del Triunfo y contra una agencia bancaria en La Victoria.

El coche bomba detonado en Miraflores afectó a cinco edificios residenciales y a las 360 familias que los habitaban, en una extensión de 300 metros a la redonda. Las secuelas de la explosión impidieron que cinco de las 15 víctimas mortales pudieran ser identificadas.

Pero este salvaje atentado marcaría también el inicio del fin de Sendero Luminoso, pues su escurridizo líder fue capturado el 12 de setiembre de ese mismo año, 1992.

En 2018, después de 26 años del ataque, el Poder Judicial condenó a cadena perpetua a Abimael Guzmán (fallecido en setiembre de 2021) y otros nueve cabecillas de Sendero Luminoso como autores intelectuales del atentado con coche bomba en la calle Tarata y se fijó una reparación civil de dos millones de soles en favor del Estado y de las víctimas.

Antes, en agosto de 1998, fueron sentenciados seis miembros de Sendero Luminoso como autores materiales del ataque. La Sala Superior Penal Corporativa del Poder Judicial les impuso penas de entre 25 y 30 años de cárcel.

Actualmente, la calle Tarata es un boulevard, en el cual la paz es el motivo predominante. Sus edificios y casas fueron reconstruidos y varias de las familias afectadas han reanudado sus vidas cotidianas.

Treinta años después, la historia de la calle Tarata, en el corazón de Miraflores, está escrita con la sangre de víctimas inocentes para que los peruanos jamás puedan olvidarla.