Historia de la música criolla
El vals peruano es también llamado vals criollo o música criolla, debido a que el término implica una mezcla de influencias españolas en la música costeña y andina.
El vals peruano es también llamado vals criollo o música criolla, debido a que el término implica una mezcla de influencias españolas en la música costeña y andina.
La música criolla peruana es producto de un proceso de influencias sociales, políticas, económicas y geográficas sobre los habitantes de sus tres regiones naturales: costa, sierra y selva. En la costa y la sierra, sobre todo, se acentuaron los aportes más significativos de la música y bailes de España a través de la conquista, en un primer momento y de las élites dominantes durante la colonia, después.
Pero fue en la costa donde la riqueza de la música española acentuó más su presencia hasta establecerse definitivamente en los ámbitos musicales populares durante la república, dando lugar al origen de los que hoy se conoce como Música Criolla del Perú.
La definición de “criollo”
El término “criollo” hacía referencia, en un principio, al esclavo que nacía en la casa de su señor o al negro nacido en las colonias. Jean Corominas, en su Diccionario Etimológico de la Lengua Castellana, sostiene que el término es una adaptación del portugués “crioulo” que significaba “blanco nacido en las colonias”.
En su libro “La Florida del Inca”, Garcilaso de la Vega da el siguiente alcance sobre la palabra “criollo”:
“Los negros llaman criollos a los hijos de español y española y a los hijos de negro y negra que nacen en las indias, para dar a entender que son los nacidos allá y los que van de acá a España”.
En “Los Comentarios Reales”, el mismo autor ratifica esta interpretación:
“A los hijos de español y española nacidos allá dicen criollo o criolla, por decir que son los nacidos en las Indias. Es nombre que inventaron los negros”.
Durante el transcurso de la época republicana, el criollo dejará de ser “hijo de españoles nacido en Indias” para convertirse en el “nacido en América”, es decir, el hijo de español y española, de español con nativa, mestiza o negra, de mestizo con blanca, de mulato con india; todos ellos producto de la mixtura racial que caracteriza al Perú.
El criollo, con su comportamiento característico en las diversas actividades de la vida diaria, delimitará el territorio que está bajo se influencia; de tal manera que, el provinciano o extranjero que migre a la capital se “acriollará” en la medida que se adapte a la picardía, la gastronomía, la música y el espíritu de la gran Lima.
La guardia vieja
La historia del vals peruano se pierde entre las múltiples gacetas de la vida republicana. El compositor Manuel Acosta calcula que los valses peruanos más antiguos fueron compuestos en Arequipa; el primero de ellos, a finales de los años 1800, escrito por Abelardo Gamarra y musicalizado por su prima Zoila Gamarra y que llevó por nombre “Ángel hermoso”. El segundo vals de la historia fue “Al pie del Misti” compuesto también por aquellos años por Eduardo Racavarren.
Al iniciarse el siglo XX, empiezan a aparecer los que son considerados como los padres de la canción criolla, destacando entre ellos Justo Arredondo, a quien se le conocen tres valses: Canto a Luis Pardo, Radiante espiritual y La oruga. Luego está Alejandro Sáez con su vals La cabaña y Braulio Sancho Dávila con su destacado tema: Ídolo.
En 1917 Felipe Pinglo compone Amelia, pero el tema pasa desapercibido debido a que, por aquellos años, comenzaba en el Perú la invasión de la música extranjera. Los ritmos estadounidenses y argentinos se ponen de moda, postergando a los cantantes y compositores nacionales, motivo por el cual no solo Felipe Pinglo, sino también Víctor Correa fueron ignorados por el público.
Ya en 1930, el presidente Augusto B. Leguía, con el fin de aumentar su simpatía popular, decreta el Día del Indio el 24 de junio y para conmemorar la festividad, el gobierno organiza concursos de música costeña y andina en la Pampa de Amancaes.
Felipe Pinglo alcanza la madurez como compositor y se convierte en el principal referente del vals criollo. Su melodía se caracteriza por ser mestiza, elegante y sobria y sus letras destacan principalmente porque muestran una preocupación por los problemas sociales, componiendo canciones al canillita, al plebeyo o la pobre obrerita. Con Pinglo se inicia la influencia de la poesía en el vals.
“Fiesta criolla” es considerado el mejor conjunto de música peruana de todos los tiempos, estuvo conformado por Pancho Jiménez en la voz, Humberto Cervantes como segunda voz y guitarra, Óscar Avilés como primera guitarra, Pedro Torres Veriga en las castañuelas y Arístides Ramírez en el cajón.