Pedro Castillo es abucheado en Cusco
El mandatario llegó a un restaurante exclusivo rodeado de su seguridad, pero en cuestión de minutos tuvo que retirarse perseguido por los insultos de los asistentes.
El mandatario llegó a un restaurante exclusivo rodeado de su seguridad, pero en cuestión de minutos tuvo que retirarse perseguido por los insultos de los asistentes.
Con arengas y abucheos, ciudadanos indignados rechazaron la presencia del presidente Pedro Castillo ayer en el Cusco, cuando intentaba ingresar al restaurante La Cusqueñita, ubicado en la avenida Centenario, en el Centro Histórico de la Ciudad Imperial.
“Fuera Castillo” y “fuera corrupto” fueron algunas de las arengas de los comensales de la reconocida picantería tradicional, quienes, en un acto espontáneo, expresaron su malestar ante la aparición del jefe de Estado, investigado por encabezar una organización criminal enquistada en el poder.
“Qué rico comes con la plata del pueblo”, exclamó indignado otro de los ciudadanos cusqueños del local turístico cuyos potajes oscilan entre los 30 y 60 soles.
¡Lo botan a @PedroCastilloTe de un restaurante muy conocido en Cusco hoy lunes!
Castillo ingreso al local orondo con sus seguridad, no se imaginó que iba a generar el repudio de los comensales,que pedían que se retire y saquen al corrupto.
¡Siembra vientos y cosecha tempestades! pic.twitter.com/gEn0Ekfgkb— Richard Arce (@RichardArcePeru) October 17, 2022
El mandatario viajó al Cusco para la firma del contrato e inicio de obra del hospital Antonio Lorena, acompañado por un comité del Ejecutivo y autoridades del Gobierno Regional del Cusco.
Las imágenes difundidas en redes sociales muestran que el mandatario y los miembros de la comitiva que lo acompañaban no pudieron ingresar al restaurante debido a las manifestaciones y, luego de unos minutos, optaron por retirarse.
El excongresista de izquierda, Richard Arce, fue quien obtuvo el material grabado por uno de los asistentes al mencionado restaurante. Arce comentó que Pedro Castillo ingresó al local muy orondo, rodeado de su seguridad personal, pero no imaginó que sería echado del establecimiento por los mismos asistentes quienes le dijeron de todo y en voz alta.
Esta fue una manifestación espontánea de rechazo hacia el presidente que actualmente se ve envuelto en una maraña de corrupción.