Qhapaq Ñan: el camino Inca
El Camino Inca es conocido a nivel mundial por ser parte de las redes viales que integraban al imperio de los incas.
El Camino Inca es conocido a nivel mundial por ser parte de las redes viales que integraban al imperio de los incas.
El Camino Inca hacia Machu Picchu forma parte de un extenso sistema de caminos de más de 23.000 km que integraron el Imperio del Tahuantinsuyo; su extensión abarcaba territorios de Colombia, el oeste de Brasil, Ecuador, Perú y Bolivia, llegando hasta el centro de Chile y el norte de Argentina. Por lo general, estos caminos se localizaban en la costa y en las montañas, pero algunos de ellos estaban al borde de la selva tropical.
Qué es el Qhapaq Ñan
El Qhapaq Ñan era una de las tantas maravillas que encerraba dentro de sí el Tahuantinsuyo. Según el historiador José del Busto, fue el inca Huayna Cápac quien mandó construir gran parte de estos caminos con el fin de movilizar su ejército de una manera más rápida.
Estos caminos variaban en calidad y tamaño, podían medir entre seis y ocho metros de ancho en la costa y de un metro en las montañas donde el camino era muy empinado y llegaba hasta la cima de las montañas andinas.
En la actualidad, se pueden encontrar varios caminos antiguos cerca de Cusco, los cuales fueron construidos perfectamente y aún se conservan sin mucha modificación.
En su libro “The White Rock”, Hugh Thompson escribe:
“Nosotros usamos un sistema de caminos diseñados para ir a caballo y luego para los automóviles: un sistema que prueba ante todo el costo para evitar empinadas pendientes y cuyo ideal (establecido por los romanos) es el camino recto sobre un territorio plano. Las necesidades incas eran muy diferentes: la expansión de su Imperio se hizo mediante la llama que como un animal de carga podía llevar su mercancía por largas distancias”.
Las llamas tienen necesidades muy específicas; se sienten más cómodas en zonas alto andinas, aunque también pueden descender a zonas más bajas por periodos cortos, cualquier ruta que recorran, generalmente debe desviarse a tierras más altas para que puedan alimentarse con pasto.
Este aspecto resultó ser todo un problema para los conquistadores españoles, pues los camélidos son mejores trepadores que el caballo y son buenos subiendo escalinatas. De esta manera, los incas evitaban el largo “zigzag” que usaban los caminos europeos para subir las cuestas montañosas y, a través de escalinatas empinadas, reducían a un cuarto la longitud europea.
Lamentablemente para los incas, ellos nunca comprendieron la gran ventaja que esto les daba sobre los conquistadores y sus caballos, pues estos caminos en las montañas eran agotadores para los españoles, quienes corrían el riesgo de matarse.
Hay cronistas que han dado testimonio de la belleza de estos caminos, el mismo Hernando Pizarro, uno de los primeros conquistadores en llegar al Cusco, escribió:
"El camino en las montañas es algo que vale la pena ver, porque está construido en un terreno muy intrincado. En el Mundo cristiano nosotros no hemos visto caminos tan bonitos. Todos los cruces tienen puentes de piedra o de madera”.
El explorador Víctor Von Hagen viajó a explorar el Qhapaq Ñan en 1952 y, junto a su equipo, descubrió una carretera ancha entre Jauja y Bonbon y una serie de estaciones bien preservadas para los chasquis, ello les permitió llevar a cabo una serie de investigaciones con los corredores locales y demostraron que era posible cubrir la distancia entre Cusco y Quito en cinco días.
El Camino Inca a Machu Picchu
Este camino existía mucho antes, pero se redescubrió por Hiram Bingham cuando realizó su trabajo entre los años 1913 y 1915. El Camino Inca era una ruta de peregrinación a Machu Picchu usada por el Inca en el siglo XV. En la actualidad, existe una diversidad de lugares entre Ollantaytambo y Machu Picchu desde donde puede notarse la variedad en recursos arquitectónicos que explican la importancia y misticismo que tenía el Camino Real.
Este camino en particular no tenía un uso comercial, pues su propósito principal era de carácter religioso y ceremonial, una peregrinación que incluía los rituales para honrar a las montañas del camino.