El turrón de Doña Pepa un dulce con milagrosa historia

La historia del Turrón de Doña Pepa.

Turrón de Doña Pepa

Como cada mes de octubre las calles limeñas se visten de morado, el “Cristo Negro” recorre las calles de la capital peruana en sus andas, miles de fervorosos devotos siguen sus pasos fielmente rezando por un milagro o agradeciendo uno concedido. La Procesión del Señor de los Milagros es quizá la fiesta religiosa más importante de Perú después de Navidad, una de las procesiones más importantes del mundo católico, y entre sus principales tradiciones tiene como estrella a un dulce y sabroso turrón, que tiene tanta tradición como la procesión misma, el Turrón de Doña Pepa.

La historia del Turrón de Doña Pepa

La historia del Turrón de Doña Pepa es tan rica como el dulce mismo. La historia del origen de este dulce limeño se empezó a difundir oralmente a principios del siglo XIX, cuando el turrón ya empezaba a cobrar popularidad en Lima y en la fiesta religiosa del Señor de los Milagros.

Cuenta la historia que a fines del siglo XVIII, una esclava negra de nombre Josefa Marmanillo, que venía de un valle cercano a Cañete, era famosa por ser una muy buena cocinera. Pero la desgracia empezó a tocarla y una extraña enfermedad hizo que ambos brazos se le paralizan. Esta enfermedad hizo que se le diera la libertad, pero a la  vez la imposibilitaba de  trabajar.

Su enfermedad hizo que Josefa emprendiera un viaje a la ciudad de Lima, en donde se encontraba la  imagen del Cristo de Pachacamilla (hoy Señor de los Milagros), la cual en aquel entonces ya tenía fama de “milagrosa”. Josefa llegó a la capital con mucha fe, se encomendó a la imagen y milagrosamente recuperó el movimiento de sus brazos.

En agradecimiento a tan grande milagro, Josefa utilizando su destreza en la cocina, creo el turrón que hoy conocemos como el Turrón de Doña Pepa. Una vez listo Josefa se lo ofreció al Señor de los Milagros. Ella regresó a su natal Cañete asegurando que la imagen le sonrío cuando le ofreció su tan sabroso dulce. 

Durante generaciones, la familia de Josefa Marmanillo sigue preparando este tradicional dulce. El nombre del turrón también se debe a Josefa, a quien llamaban cariñosamente “Doña Pepa”.

Lamentablemente esta historia aunque bonita no tiene registros escritos ni históricos, puesto que por muchos años se difundió solo oralmente y al poco tiempo se dio por cierta. 

Pero otra historia del origen del Turrón de Doña Pepa también se dio a conocer por esa época. Esta otra versión tiene como protagonista también a Josefa Marmanillo, a quien llamaban “Doña Pepa”, quien llegó a la fama por un concurso que realizó el virrey de la época, en donde convocó a los mejores cocineros a preparar el mejor y más agradable dulce. Obviamente Josefa fue la ganadora, sin embargo esta historia no muestra una relación cercana entre el Turrón de Doña Pepa y el Señor de los Milagros.

Curiosidades del Turrón de Doña Pepa

Este sabroso dulce no siempre se llamó Turrón de Doña Pepa, al principio fue llamado “Turrón de miel” o “Turrón del Señor de los Milagros”. No es hasta principios del siglo XX, en donde se rebautizó como Turrón de Doña Pepa, en homenaje a su autora Josefa Marmanillo, cariñosamente conocida como “Doña Pepa”.

A pesar que dista mucho del concepto real del turrón que trajeron los españoles en la época de la Colonia, que era un dulce de origen árabe y que hoy se consume en las navidades españolas, este dulce ha mantenido su categoría de “turrón”. Al momento de la creación del Turrón de Doña Pepa no había nada que se le pareciera, pero el uso de miel lo asemejaba ligeramente al turrón, por lo que se le bautizó como “turrón” a pesar de no serlo, o al menos del todo.

El Señor de los Milagros se encuentra en el templo de Las Nazarenas, ubicado en la actual Avenida Tacna. Hoy esta avenida limeña alberga la mayor cantidad de vendedores de turrones de Doña Pepa, aunque en la última década se puede encontrar el sabroso “Turrón de Doña Pepa” por todo Lima e inclusive fuera del Perú.

La imagen que muchas marcas de Turrón de Doña Pepa usan, es la de la recordada Josefa Marmanillo, una joven negra, con un pañuelo rojo en la cabeza, y de simpática sonrisa. Esta imagen nació básicamente del imaginario popular debido a las diversas historias del turrón y su autora. Hasta el presenta dicha imagen es un ícono que nos asocia inmediatamente al Turrón de Doña Pepa. Inclusive existe un tradicional chocolate que lleva por nombre Doña Pepa  y tiene la famosa figura en su empaque.

Después de la Colonia, en los primero días de la República, en Lima habían personas encargadas especialmente de la preparación y venta del Turrón de Doña Pepa, a los que se les llamó cariñosamente “turronero” o “turronera”. Inclusive algunos artistas de la época como Pancho Fierro y el francés Charles Angrand hicieron pinturas de  ellos.

En el año 2008, en el mes de octubre obviamente, se preparó el Turrón de Doña Pepa más grande del mundo; preparación que estuvo a cargo de la Asociación Peruana de Empresarios en Panadería y Pastelería (ASPAN), con un peso de nada menos que 540 kilos.

Si desea preparar este sabroso dulce, aquí les dejamos la receta del Turrón de Doña Pepa.