Evolución histórica de la gastronomía peruana
Ni la guerra por la independencia, ni los conflictos armados con los países vecinos y ni el propio fútbol han logrado hermanar a los peruanos de la manera como lo viene haciendo la gastronomía peruana.
Ni la guerra por la independencia, ni los conflictos armados con los países vecinos y ni el propio fútbol han logrado hermanar a los peruanos de la manera como lo viene haciendo la gastronomía peruana.
En los albores de las culturas sudamericanas y antes de la fundación del Imperio Incaico, en el actual Perú existían diversos grupos étnicos o culturas, cada uno con sus propias características geográficas y productivas, las mismas que, dentro de sus correspondientes contextos dieron origen a una propia y característica cocina regional.
Tiempo después, con la llegada del expansionismo del imperio incaico, estas regiones se fueron unificando en un solo territorio gobernado desde Cuzco. Este solo hecho significó el inicio de un fluido intercambio de conocimientos y productos contribuyendo así al sincretismo cultural del Imperio.
Llegado el siglo XVI y con él los conquistadores españoles, la cultura local se fue fusionando con la española (que ya se encontraba fuertemente influenciada tras casi ocho siglos de dominación árabe) que a través de la conquista, aportaba sus usos, costumbres, religión y hasta sus sabores.
Aquella fue también la oscura época en la que llegaron a la nueva colonia los esclavos oriundos de las regiones del África atlántica sub-sahariana, quienes también trajeron lo suyo.
Posteriormente, cuando estalla la Revolución Francesa (1848), muchos habitantes de dicho país huyeron buscando refugio en el "Nuevo Mundo", llegando varios de ellos a las costas peruanas.
Por el año 1850, durante la época del auge del guano de las islas en Perú, hubo una fuerte migración de habitantes de la China, quienes vinieron no solo a trabajar sino, casi sin saberlo, a añadir un elemento más en ese perol de culturas en el que se estaba cocinando la nueva gastronomía peruana.
Con el advenimiento de la I y la II guerra mundial y el subsecuente flujo migratorio surgido como consecuencia de esos sucesos, una fuerte oleada de inmigrantes, principalmente italianos, llegaron al Perú.
Toda la mezcla de culturas, etnias, costumbres y productos traídos por los inmigrantes sentaron las bases para el surgimiento de la gran gastronomía peruano, país sudamericano líder en este género, cuya ciudad capital se viene posicionando como la capital gastronómica de Latinoamérica.
Actualmente el Perú se encuentra ante un fenómeno que bien podría constituirse como un primer acto realmente fundacional en lo que respecta al tema gastronómico.
Esta afirmación proviene de la propia historia de nuestro país, toda vez que ni la guerra por la independencia, ni los conflictos armados con los países vecinos y ni el propio fútbol han logrado hermanar a los peruanos de la manera como lo viene haciendo su culinaria.
Muy al margen de los credos, las razas o las culturas, la gastronomía peruana es una causa común para todos los peruanos.