Inti Raymi: la fiesta del sol
Una milenaria fiesta inca que perdura hasta el día de hoy.
Una milenaria fiesta inca que perdura hasta el día de hoy.
Es la fiesta más grande celebrada en el Cusco en honor al dios Sol desde los tiempos del incanato, y la que perdura hasta el día de hoy. Solo por este motivo, el mes de junio es el más esperado por los cusqueños y turistas que visitan la antigua capital del Tahuantinsuyo.
Origen del Inti Raymi
Durante la época incaica, existió una serie de festividades en las que los antiguos peruanos expresaban la fe a sus dioses a través de diversas actividades. La más importante de todas ellas era la Fiesta del Sol, conocida también como Inti Raymi, la que fue establecida por el Inca Pachacútec alrededor del año 1430.
Para conmemorar esta celebración, los incas se reunían cada solsticio de invierno en el Cusco con el fin de dar la bienvenida al dios Sol. La noche anterior al 24 de junio, las antorchas del Tahuantinsuyo se apagaban para esperar la salida del sol, que en ese día se encuentra en su punto más distante de la Tierra.
Por aquellos tiempos, hasta 50.000 personas llegaban a la capital imperial desde todas las regiones del incanato para participar de las celebraciones que tenían una duración de 15 días.
Durante este tiempo, todos los asistentes, entre los que se encontraban el Inca y su familia, sacerdotes, nobles y demás personalidades del Tahuantinsuyo, se reunían en la actual Plaza de Armas, donde se llevaban a cabo danzas, se bebía chicha, se quemaban hojas de coca y se sacrificaban alrededor de 200 llamas en honor al dios Inti.
La finalidad de estas celebraciones era, principalmente, dar las gracias al dios Sol por las cosechas del año y todas las bendiciones recibidas.
La ceremonia
Esta se iniciaba el 24 de junio con la llegada del Inca a la Plaza de Armas para esperar la salida del sol y brindar con una copa de chicha, de la que también bebía su familia y cuyas sobras se arrojaban a la tierra en señal de ofrenda. Luego se hacía una peregrinación hasta el templo de Qorikancha en donde continuaban las celebraciones.
Debido a la importancia que esta ceremonia tenía para los incas, el 24 de junio era la fecha que marcaba el inicio de un nuevo año.
El Inti Raymi en la época colonial
Con la conquista española, los incas se vieron obligados a abandonar todas sus creencias y celebraciones por ser consideradas paganas. Por eso, en 1572, el virrey Francisco de Toledo prohibió la celebración del Inti Raymi, pero no pudo evitar que esta se realizase de manera clandestina.
Fue así como el Inti Raymi desapareció de las calles del Cusco hasta 1944 cuando el escritor y actor peruano, Francisco Espinoza Navarro, realizó una reconstrucción de esta ceremonia inca basándose en los escritos del Inca Garcilaso de la Vega.
El éxito de esta presentación fue de tal magnitud que desde entonces no ha dejado de representarse hasta el día de hoy.
El Inti Raymi en nuestros días
En la actualidad, el Inti Raymi es una de las fiestas más importantes del Cusco. Cada 24 de junio, miles de turistas llegan hasta la ciudad imperial para disfrutar de los variados eventos que se llevan a cabo en el templo de Qorikancha, la Plaza de Armas y la fortaleza de Sacsayhuamán, este último sitio es, sin duda, el más espectacular para disfrutar esta fiesta, pues alrededor de 750 actores se reúnen en la explanada de la fortaleza, todos vestidos con trajes de la época del imperio incaico y, al ritmo de la música andina, representan la imponente ceremonia del Inti Raymi, tal como lo hacían los incas.
Día del agricultor y del Cusco
Aprovechando el arraigo de esta fiesta, las autoridades peruanas y cusqueñas han instaurado otras celebraciones complementarias, así, el 24 de junio también se celebra el día del campesino, teniendo en cuenta que, por estas fechas, los incas pedían al dios Sol que las cosechas fueran fructíferas durante todo el año.
Por otra parte, el Gobierno Regional del Cusco decidió instaurar el 24 de junio como el Día de Cusco.