El ministro del Interior, Willy Huerta, otra vez se colocó en el ojo de la tormenta y la censura una vez más está respirándole en la nuca. El motivo sería el encuentro que sostuvo en la sede del Mininter con Carlos Rafael “Gallo” Zamora Rodríguez, un agente de Inteligencia cubano que desempeña funciones de embajador en el Perú desde diciembre de 2021.

Según Enrique García, un exoficial de la inteligencia cubana, Zamora Rodríguez es un espía de vasta experiencia que desde su posición estaría poniendo en riesgo la democracia en el Perú.

El lunes 3 de octubre, mientras todos estaban concentrados en los conteos electorales de la ONPE, el Ministerio del Interior y la embajada de Cuba en el Perú publicaron, en sus respectivas plataformas digitales, el encuentro que el titular del sector y el agente tuvieron en la sede del Mininter, en San Isidro.

Según las versiones oficiales, ambas autoridades dialogaron sobre las posibilidades de cooperación en materia de seguridad ciudadana, al tiempo que intercambiaron experiencias sobre las estrategias que en este sentido desarrollan ambos países.

Borrando los rastros

Después de conocerse el hecho, distintas plataformas digitales de noticias publicaron la foto de la reunión. Esto generó que durante la mañana de ayer diversos congresistas se pronunciaran sobre la reunión del ministro con tan peligroso personaje.

La parlamentaria de Avanza País, Patricia Chirinos solicitó que la Comisión de Defensa del Congreso cite a Willy Huerta para que explique los motivos de la reunión.

El congresista independiente Carlos Anderson también se mostró contrario a que el titular del Mininter esté recibiendo asesorías de tan siniestro personaje.

Ante las abrumadoras críticas, la embajada cubana decidió borrar de su web la noticia y lo mismo hizo el Ministerio del Interior en su cuenta de Twitter al retirar la foto de dicho encuentro.

Pero lo más grave de este encuentro es que la visita de Zamora Rodríguez al ministro Huerta no fue registrada en el portal de Transparencia del Mininter, donde supuestamente deberían aparecer los nombres de todos aquellos que acceden a una reunión con el ministro de Estado.

Malas intenciones

Fuentes de Inteligencia de la Policía sospechan que lo que busca el "Gallo" Zamora es acceder a una parte importante de la estructura del Estado peruano, que es la que maneja a todos los prefectos y subprefectos del país, que dependen orgánicamente del Ministerio del Interior.

Estos prefectos y subprefectos estarían alineando a las personas a los objetivos del gobierno de Castillo a cambio de dádivas como bonos y otras subvenciones estatales; es decir, estarían comprando el “apoyo popular” con el fin de mantener a Pedro Castillo en el poder más allá de su período presidencial.