El rastro de la quinua
Desde tiempos ancestrales, fue un alimento infaltable en la dieta de los peruanos; su alto valor proteico y sus infinitas variedades le ha permitido subsistir hasta la actualidad, adaptándose a cada tipo de clima
Desde tiempos ancestrales, fue un alimento infaltable en la dieta de los peruanos; su alto valor proteico y sus infinitas variedades le ha permitido subsistir hasta la actualidad, adaptándose a cada tipo de clima
La quinua es una planta andina que tuvo sus orígenes en los alrededores del lago Titicaca en Perú y Bolivia. Fue cultivada por las civilizaciones prehispánicas y posteriormente reemplazada por los cereales cuando los españoles llegaron a esta parte de América.
Los datos históricos encontrados señalan que la domesticación de la quinuapor los pueblos de América pudo haber ocurrido entre los años 3.000 y 5.000 antes de Cristo. Se han hallado restos arqueológicos de quinua en tumbas encontradas en diversas regiones del Perú. Cuando los españoles llegaron al Perú, el cultivo de la quinua tenía un desarrollo tecnológico apropiado y una amplia distribución tanto dentro como fuera del territorio del imperio incaico.
El primer español que hace mención al cultivo de la quinua fue Pedro de Valdivia quien llevaba un registro de la variedad de plantas que los indios cultivaban para su alimentación.
En “Los Comentarios Reales”, Garcilaso de la Vega también hace referencia a la quinua arguyendo que es el segundo grano que más se cultiva en el mundo y la describe asemejándola al mijo o arroz pequeño. También cuenta sobre el primer envío de semillas a Europa, las que lamentablemente llegaron muertas a su destino debido, posiblemente, a la alta humedad reinante durante el viaje por mar.
Cieza de León, en 1560, menciona que la quinua se cultivaba en las tierras altas de Pasto y Quito y que, por el contrario, en estas frías tierras se sembraba poco maíz. De igual manera, Humboldt, en su visita a Colombia señala que la quinua es un grano que ha acompañado a los habitantes de Cundinamarca desde tiempos muy remotos.
Domesticación de la quinua
Antes de ser domesticada, es muy probable que la quinua silvestre haya sido usada para la alimentación. Existe una evidencia temprana de su morfología en la cerámica Tiahuanaco, la que representa a la planta de la quinua con varias hojas distribuidas a lo largo del tallo, esta sería una de las variedades más primitivas de la planta, pues se trata de una especie de amplia distribución y diversificación múltiple, siendo las orillas del lago Titicaca, la región donde se encuentra la mayor diversidad y variación genética de la quinua.
A lo largo del proceso de domesticación de la quinua hubo un amplio rango de modificaciones morfológicas, las que incluyen el incremento del tamaño de la planta y la semilla, la nulidad de los mecanismos de dispersión de la semilla y los altos niveles de pigmentación.
Esta domesticación también ha servido para que los pueblos andinos sean capaces de seleccionar los genotipos por el tipo de uso y por la tolerancia a factores adversos, sean estos bióticos o abióticos; lo que ha permitido finalmente obtener las actuales plantas y variedades de características bastante diferenciales como, por ejemplo:
- Quinua chullpi: ideal para las sopas.
Quinua pasankalla: para consumir tostada.
Quinua coyto: para la elaboración de harina.
Quinua real: es la indicada para el graneado.
Quinua utusaya: es resistente a la salinidad.
Quinua witulla y achachino: resisten el frío.
Quinua kcancolla: resistente a las sequías.
Quinua cheweca: es resistente al exceso de humedad.
Quinua ayara: tiene un alto valor nutritivo por su proteínas y aminoácidos.