¿El valor de la verdad o del rating?
Para bien o para mal, “El valor de la verdad” se ha convertido en el programa más visto de la televisión peruana, un show que desnuda las intimidades más secretas de sus invitados a cambio de un jugoso premio.
Para bien o para mal, “El valor de la verdad” se ha convertido en el programa más visto de la televisión peruana, un show que desnuda las intimidades más secretas de sus invitados a cambio de un jugoso premio.
Podemos empezar con una pregunta: ¿Estaría usted dispuesto a revelar sus más oscuros secretos por algunos miles de soles? Suponemos que no, pero existen muchos que sí lo harían sin temor a destruir su reputación de por vida.
El valor de la verdad es un "programa concurso", basado en el show estadounidense "Nothing but the Truth" (Nada más que la Verdad), creado por el productor Howard Schultz. Show que tuvo mucho éxito en Estados Unidos y en algunos otros países que compraron la franquicia.
La versión peruana tiene como conductor a Beto Ortiz, un "zorro viejo" del periodismo y la televisión local. Y para hacer honor a la verdad lo hace bien; pero estamos seguros que ni él en su sueño más positivo imaginó que se convertiría en el programa más visto de la televisión peruana. La pregunta es ¿por qué?, Y es que los peruanos gozamos con la desgracia ajena, el morbo nos sobrepasa, o el dolor ajeno nos gusta. ¿Una o las tres anteriores?
El programa ha tenido concursantes para todos los gustos, desde una tímida señorita que resultó ser una prostituta de night club; un bailarín donjuán que resultó ser bisexual; un cantante que no amaba a nadie más que él; y un pícaro profesor que cobraba a sus alumnos para darles buenas notas.
Pero los programas que dispararon el rating de El Valor de la Verdad fueron sin duda las que tenían "famosos" como protagonistas. Susy Díaz, la ex vedette y ex congresista de la república, fue la primera en desfilar, convirtiendo el show en algo muy divertido debido a su sencillez y cándidas respuestas. Su mala fortuna, hizo que respondiera "no", cuando le preguntaron si su actual esposo le había levantado la mano.
Siguió la polémica cantante de música criolla Lucía de La Cruz, quién a pesar de haber hecho un buen programa, no reveló mayores secretos, ya que todos conocían de su trágica vida, su paso por las drogas y su condena por el tráfico de personas.
Quizá el programa más emotivo y más justificado fue el que tuvo como protagonista al suboficial Millones, único sobreviviente de un reciente ataque narco-terrorista, quien declaró todo el maltrato de la institución policial y la cruda verdad de la pelea que lidiaron los policías contra los terroristas en el VRAE (región de Ayacucho, zona roja, con la mayor cantidad de comandos narco-terroristas en el Perú). Fue un justo ganador de los 50 mil soles, premio mayor que ha sido entregado esa sola vez.
En la última edición tuvimos a la ex porrista del club de fútbol Sport Boys y ex modelo Anhelí Arias Barahona, quien resultó ser una ex dama de compañía, ex drogadicta, asidua a orgías, quién confesó que inició en las drogas a su esposo, al que también le fue infiel; y como si fuera poco declaró que usó cocaína mientras estaba embarazada. Además de destrozarse la reputación de por vida, se llevó 15 mil soles de premio. Ahora dice sentirse liberada...si claro...
¿Controversial? Sí, ¿Polémico? Sí. Pero nadie puede dudar que El Valor de la Verdad es un programa exitoso; si está bien o mal, o está reñido con la ética, esa es otra canción. Solo queda reflexionar por qué es el programa más visto del Perú.